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Hilarión Eslava
Apuntes biográficos
El Centro de Documentación Musical de Andalucía (CDMA) en Granada (España) ha publicado una detallada biografía de Hilarión Eslava que forma parte de este proyecto, disponible para su descarga gratuita en la web oficial del CDMA, en su versión original en castellano y traducida al inglés por su mismo autor.
Los primeros años (1807-1832)
Miguel Hilarión Eslava y Elizondo, eminente compositor, musicólogo y pedagogo español del siglo XIX nació en Burlada, localidad cerca de Pamplona, Navarra, el 21 de octubre de 1807.
De humilde origen, Eslava comenzó sus estudios musicales a los nueve años de edad, como niño cantor en la Catedral de Pamplona. Tras una breve interrupción en 1823 causada por la guerra, Eslava reanudó en 1824 su aprendizaje musical, estudiando violín, violoncello y contrabajo y al mismo tiempo iniciando su educación religiosa. Sus primeros trabajos de composición datan de este periodo.
En 1827, cumplidos apenas los 20 años, Eslava se trasladó a Calahorra en La Rioja para perfeccionar sus estudios de música religiosa. A los pocos meses, en 1828, ganó el puesto de Maestro de Capilla de la Catedral de El Burgo de Osma (Soria). Allí su actividad de composición comenzó a crecer, al mismo tiempo prosiguiendo con su carrera eclesiástica.
Eslava en Sevilla (1832-1844)
Contando con sólo 23 años, Eslava se presentó como candidato a Maestro de Capilla en la Catedral de Sevilla y en la Capilla Real, en Madrid. En esta última, su solicitud fue desestimada debido a la joven edad del candidato. En Sevilla, perdió la oposición al puesto por un estrecho margen, pero le fue concedido por fin el puesto en 1832 al crearse una nueva vacante. Eslava permaneció en Sevilla casi 12 años, durante los cuales compuso gran parte de su obra musical, incluídos varios Misereres (el primero en 1833) y numerosas otras obras de motivo religioso. Al poco tiempo de llegar a Sevilla, Eslava recibió sus órdenes sagradas.
En Sevilla ganó el maestro navarro gran popularidad tanto en el ámbito musical como educador y persona cercana al pueblo y a las tradiciones de Sevilla. Durante estos años inició también su celebrado y completo Método de Solfeo, de uso aún en nuestros días.
La falta de recursos del Cabildo sevillano y la escasa paga que recibía Eslava le impulsó a buscar otras fuentes de ingreso, lanzándose al arte dramático con una ópera de libretto en italiano Il Solitario del Monte Selvaggio en 1841, seguida por La Tregua di Ptolemaide (1842) y Pietro il Crudele (1843).
Las óperas de Eslava fueron clamorosamente recibidas. Las dos primeras fueron representadas en Madrid y otras ciudades españolas. Pero la oposición de las autoridades religiosas del momento y dificultades económicas de teatros y compañías de ópera pusieron un fin prematuro a la carrera dramática del compositor. De estas óperas, por desgracia, poco se ha conservado.
Madrid (1844-1878)
En agosto de 1844, Eslava fue seleccionado como Maestro de la Real Capilla en Madrid, inicialmente como supernumerario (sin sueldo) y finalmente como titular en 1847. Allí sirvió hasta la Revolución de 1868 (“La Gloriosa”), la cual culminó en el destronamiento y exilio de la reina Isabel II. En 1875, con la restauración con Alfonso XII de la monarquía borbónica, Eslava regresó a la Capilla Real, un puesto que mantuvo hasta su muerte, tres años más tarde.
En 1854, Eslava fue nombrado Profesor de Composición en el Real Conservatorio de Música de Madrid. En 1866 assumió el cargo adicional de Director de la Sección de Música. Ejerció en estas funciones hasta la caída de la monarquía y la consiguiente reorganización del personal docente del Conservatorio en 1868.
Este período de la vida de Eslava fue de gran actividad. Un gran número de obras corales y sinfónicas, la gran mayoría de carácter religioso, provienen de esta época. Es también durante estos años cuando Eslava desarrolló plenamente sus actividades como pedagogo y musicólogo, con la publicación de grandes trabajos como la Lira Sacro-Hispana (1852-1860) y el Museo Orgánico Español (1854), así como sus tratados de armonía, composición, melodía y discurso musical, instrumentación y contrapunto y fuga, escritos entre 1861 y 1870.
Al frente de la Capilla Real, Eslava se ocupó de mejorar los archivos y la calidad de música en la corte. Colaboró también con otros músicos del momento para promover la cultura musical en España, a través de organizaciones que él impulsó, como España Musical.
Otra característica de gran parte de la vida de Eslava en Madrid fue su apoyo y patronazgo a jóvenes compositores y músicos, entre los que destaca Julián Gayarre (1844-1890), paisano suyo y uno de los tenores operísticos más celebrados de su época. Hay que hacer constar también la labor del sobrino de Eslava, Bonifacio (San Martín) Eslava (1829-1904 quien, además de discípulo de su tío y compositor, se convirtió en uno de los editores musicales españoles más importantes del siglo XIX. A él se le debe que gran parte de la música de Hilarión haya perdurado hasta nuestros días. El antiguo local de la imprenta, luego comercio de pianos y salón musical de Bonifacio en la Calle del Arenal en Madrid es hoy la sala de espectáculos Teatro Eslava.
La salud de Eslava comenzó a menguar a comienzos de la década de 1870, debido a una seria afección pulmonar. Su actividad decayó progresivamente desde entonces hasta su muerte, acaecida en Madrid, el 23 de julio de 1878. Sus restos reposaron inicialmente en Madrid. Fueron trasladados posteriormente a Pamplona y finalmente a su pueblo natal, Burlada, en 1919.
Como reconocimiento por su labor musical y pedagógica y su servicio a la corona española, Hilarión Eslava recibió en vida la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Orden Civil de la Reina María Victoria y la Real Orden de Carlos III, la más distinguida condecoración civil que puede ser otorgada en España.